Un saludo a BeatrizSarlo

Un saludo a Beatriz Sarlo 1
Cuando se produjo el asesinato  de Aramburu, Sarlo reconoce en una entrevista, que le produjo satisfacción. Es de remarcar ésta honestidad y sinceramiento motivado en este caso por motivos ideológicos. “No niego mi pasado” dice.
Reconoció un tipo de sentimiento que habitualmente se mantiene oculto.
Éste hecho tomado como ejemplo, nos muestra un camino ante lo que nos pasa.
Ante la inhumanidad manifiesta que vivimos en éste momento de nuestra historia, las políticas en salud mental, suprimen los sentimientos, todo debe encajar en los DSM y ser considerado como “trastorno mental”.
Como se vé no toca el núcleo de la cuestión.
Los sentimientos de envidia tan comunes son naturalmente escondidos, generados porque se supone que el otro goza mas que uno porque tuvo diferentes posibilidades o beneficios, centrando la medida del gozar en lo cuantitativo y identificando goce con placer (lo que en algunos casos van juntos).
Lo que se envidia es el monto de ese gozar supuesto.
Por lo tanto vivimos en una época caracterizada por la obsesión del control del Otro, a lo cual subyace el deseo de medir “cuanto más” goza el Otro de manera manifiesta o secreta.Ésto es imposible de lograr.

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