“Las imágenes personales de los padres han ido desapareciendo gradualmente detrás de las instituciones. Con la racionalización del aparato productivo, con la multiplicación de las funciones, toda la dominación asume la forma de la administración. En su cumbre, la concentración de poderes económicos parece perderse en el anonimato, todo el mundo, inclusive en lo más alto, parecen carecer de poder frente a los movimientos y leyes del aparato mismo.
El control es administrado normalmente por oficinas en las que los controlados son los patrones y los empleados. Los amos ya no tienen una función individual. Los sádicos principales, los explotadores capitalistas, han sido transformados en miembros asalariados de una burguesía, cuyos sujetos, se encuentran como miembros de otra burocracia.
El impacto agresivo cae en el vacío, o mejor, el odio, se encuentra con sonrientes colegas, ocupados competidores, oficiales obedientes, útiles trabajadores sociales, todos cumpliendo con un deber y victimas inocentes.
La razón populista, de Ernesto Laclau
Por Jesús Silva-Herzog Márquez.
Los populismos contemporáneos pueden ser paraguas multiclasistas, pero coinciden en la búsqueda de firmeza frente a la angustia de la incertidumbre.
La palabra populismo es una nube de asociaciones detestables. Es demagogia, irresponsabilidad, rechazo a la negociación institucional, desprecio de las sumas y las restas, adoración de un caudillo. No hay ejercicio sobre el contenido de la palabra que no parta de la dificultad de encontrarle un marco.
Es un concepto impreciso –si es que llega a ser concepto. Con la palabra se ha designado una vasta variedad de experiencias políticas: un movimiento intelectual de apreciación del campesinado ruso, una organización de granjeros racistas en Estados Unidos, muchos gobiernos latinoamericanos a lo largo del siglo XX y diversos movimientos de la derecha radical en Europa. Populismos de derecha y de izquierda.
La razón populista, de Ernesto Laclau
Por Jesús Silva-Herzog Márquez.
Los “explotadores capitalistas” tampoco tienen el poder. Por lo tanto el que asume la dominación ¿quién será? ya sea de derecha, de izquierda, de arriba o de abajo muestra que la angustia de la incertidumbre afecta de lleno al parletre lacaniano y lo único que lo preocupa es tener poder para calmar esa ansiedad.
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