En
cuanto al problema del pasaje
al acto, su consideración es muy poco tenida en cuenta en los diagnósticos; no es una preocupación clínica en su etapa previa, o sea en la etapa previa de angustia insoportable, generalmente, "a solas" donde resulta ser una sorpresa para su entorno familiar que no lo hubiera sospechado el hecho real en ningun momento y que luego se enteran de la gravedad de lo que estaba sucediendo por una carta algunas veces.
Por el contrario es un diagnóstico que se hace a posteriori del hecho. Por tal motivo su estudio debe ser una preocupación clínica.
Su versión biopolítica es la impulsividad. Así se expresa en los DSM, ya sea como “trastorno explosivo intermitente” o como parte del trastorno de la personalidad (sobre todo borderline y antisocial). Pero hay que destacar que jamás relacionada la angustia.
Por el contrario es un diagnóstico que se hace a posteriori del hecho. Por tal motivo su estudio debe ser una preocupación clínica.
Su versión biopolítica es la impulsividad. Así se expresa en los DSM, ya sea como “trastorno explosivo intermitente” o como parte del trastorno de la personalidad (sobre todo borderline y antisocial). Pero hay que destacar que jamás relacionada la angustia.
La
prevención del pasaje al acto en su etapa previa es de fundamental
importancia dado que es la
etapa que está relacionada a la angustia, y en donde es posible la
intervención del médico, en su etapa posterior, ya de hecho, de acto, la angustia desaparece y el sujeto
actúa fríamente, desconectado de la ansiedad que lo provoca
A
su vez Miller subraya la frase de Lacan- “el ascenso al cenit social del objeto
a” que bascula con mayor peso hacia el plus de goce, acentuando el eclipse, la
crisis contemporánea de la identificación, que hace que el sujeto ubique otras
referencias para su existencia, donde el "Nombre del Padre" como ordenador de la existencia ya no funciona, o funciona poco. Clínicamente se manifiesta en los
comportamientos compulsivos “adictivos”
Dice
Guillermo Belaga en su libro: Trauma, angustia, síntoma, “El
término biopolítica fue acuñado por Michel Foucault para describir un nuevo
modo de dominio sobre las poblaciones, de organización y gestión de las mismas.
En el caso del libro, lo que me interesa ubicar es como los DSM (los diferentes
manuales de diagnóstico y estadística generados por la Asociación Psiquiátrica
Americana, sobre todo a partir de su tercera edición) son parte de esa
organización poblacional, su expresión en el campo del sanitarismo, con
incidencias también en las decisiones jurídicas".
Y sigue "Así,
el trauma, la angustia y el síntoma, especialmente el síntoma histérico, han
sido despojados de su valor subjetivo, singular, para ser homogeneizados en un
universal estadístico y biológico. La
discusión de fondo es el estatuto del cuerpo, si el individuo va a ser
reducido a un cuerpo biológico, como se desprende del término trastorno mental
usado en los DSM, o si es posible mostrar que no
es posible reducir la humanidad sólo a cantidades, a una visión técnica del
mundo. El sujeto está irremediablemente desgarrado por el lenguaje desde el
momento de su nacimiento."
Como
lo define Jacques Lacan, esa es su condición, ser-parlante: por esta brecha no
se es un cuerpo, sino que al cuerpo se lo tiene siempre con algún grado de
obstáculo.”
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