RE-VERSIÓN DE LACAN; EL REGISTRO DEL "UNO".

 "La neurosis es cuestión de relaciones sociales", ésta definición se ubica en el nivel de lo general, de la generalidad, de las intenciones, del destino.

Lacan dice en la página 160 de el seminario El Sinthome “Creemos que decimos lo que queremos, pero en realidad es lo que han querido los otros, más específicamente nuestra familia, que nos habla, y nos condiciona, por lo tanto creemos que nuestras intenciones son propias cuando es lo que nos han inculcado.

A partir de “lo que han querido los otros”, de éste conglomerado de tendencias intencionales, Lacan elabora el término de Otro para su denominación atribuyendo su cohesión a la necesidad de la reproducción de la especie y su propagación.
 El Otro es la fórmula de cada uno, donde soy hablado por el Otro. La conjunción de tendencias en cada uno, constituyen un “cifrado” y Lacan coloca el inconsciente en éste lugar, (el inc. es el discurso del Otro y está estructurado como un lenguaje). También dirá que el analizante habla en la experiencia analítica de asuntos de familia sin  importar cuál sea la cultura en la cual se crió e independientemente de las relaciones de parentesco.


Coincidentemente en la psicología de Oriente, específicamente en Jiddu Krishnamurti, bajo una conceptualización similar, el “Otro” de Lacan es nombrado por J.K como “el observador” recayendo la mirada condicionante de éste en el yo del sujeto, “el observado”, de igual manera dicta los condicionamientos a través de los cuales el sujeto hablará.

Éste inconsciente familiar que incluye el contorno social (el Otro) como vimos permanece en el inc. De manera cifrada y espera la tarea del analizante de descifrarlo a traves de una relación transferencial con el analista. De ésta manera el “síntoma” expresión del cifrado será comprendido liberando así el deseo contrariado con un destinatario (un destino).



En Oriente éste nivel de análisis es abordado de manera individual a través de la meditación vippassana, es la investigación de uno mismo de manera acrítica, en movimiento en donde a través del encuentro con el otro se pueden discernir las trabas al funcionamiento personal, percibir el deseo propio y captar las distorsiones al reconocimiento de la realidad.



Dice Miller: Queda claro que Lacan en su ultimísima enseñanza se hartó del psicoanálisis basado en el Otro, se cansó de éstas historias de familia y estaba determinado a escuchar otra cosa fuera de un inconsciente representativo e intencional; la época de lo que Lacan llama más o menos los errores groseros de Freud.
 Está enfocado más bien en el “Uno”, ya no en el Otro, fue atraído por la lectura de James Joyce a quién calificaba como “indescifrable” a diferencia del “Otro” que si lo era. Acuñó el neologismo “sinthome” como la manifestación más singular del sujeto que no va dirigido al Otro sino al Uno, el UNO MISMO.

 De Joyce decía que era inanalizable, desabonado del inconsciente transferencial que corresponde a la importante época del registro simbólico. Dejando atrás éste período dice haberse liberado, después de haberlas recorrido, "de las escorias heredadas del discurso del Otro".


El synthome es lo que hay de singular en cada indivíduo, siendo tan singular para el individuo del cual se trate, que no comunica, no llega al destinatario. Se aleja de cualquier simpatía, de cualquier lazo de contacto, de cualquier generalidad, y que invita a captar a cada uno como Uno absoluto, es decir SEPARADO. Es de otro registro que el del orden de la cifra.



Coloca en el tiempo uno al sinthome y luego en un tiempo dos al inconsciente transferencial, viene después porque se agrega sentido (arbitrario, equívoco, mentiroso).

 No se anula el segundo tiempo, el transferencial, pero lo desplaza del tiempo UNO y hace por lo tanto surgir una capa de semblantes que envuelven la práctica del analista. Por eso Lacan dice que al final de cuentas es imposible captar el inconsciente. Éste, dice, se limita a una atribución, a una  “substancia”.

 Dice también que la sucesión de sentidos, correr detrás del sentido, que no es unívoco, es como la sucesión de sueños, el inconsciente no se despierta. Hace desaparecer la transferencia demostrando que solo se trata de hipótesis, de deducciones, suposiciones o semblantes. Sería solo el sinthome, lo más singular del sujeto (parletre), el que podría desencadenar un despertar.



¿Que describe Lacan como uso de lo que llama la interpretación? Trae ahí el principio del placer, un principio casi animal, acéfalo, si solo se define como lo que quiere sufrir o padecer lo menos posible, le reconoce un lugar en el Uno.  


 El niño accede al lenguaje a través del puro goce de la lengua y de su voz y conforme a lo que escucha, va configurando su propio lenguaje, no es es que tiene un lenguaje incorporado que se expresará de manera intuitiva.

 El niño hablará a su modo con su "media lengua" en un goce sin restricciones hasta que el medio social lo va modulando de manera obligada. Es "lalengua" como lo denomina Lacan, un lenguaje del "uno mismo" previo al lenguaje social, que hace ruido y donde por resonancia se pueden escuchar otras cosas.

 Ésta configuración congénita del habla singular en cada infante, gozosa, que no comunica, permanece latente en algunos casos y puede reaparecer en algunos cuadros clínicos como en la euforia bipolar o en la política o sea en el goce de "lalengua"


En la psicoterapia se transforma radicalmente la relación terapéutica entre analista y analizante al introducir Lacan en el reverso de su teoría psicoanalítica el registro del Uno. En ésta situación el acuerdo entre ambos se transforma radicalmente.

 El "supuesto buen samaritano" según lo denomina Miller.J.A. al psicoanalista, no puede contar con la transferencia dado que en su contrato queda liquidada la misma y se transforma en una mal llamada relación de uno con uno, donde no existe ninguna similitud ni afinidad entre ambos inconscientes individuales (señala que no existe el inconsciente colectivo), no existiendo ninguna palabra que tenga algún alcance de sentido o interpretación.

Dice Miller "por otorgarle en su clínica un privilegio al Un-cuerpo, el registro del Uno, fueron llevados a ubicar ésta clínica bajo el rubro de autismo". Se refería a Roberto y Rosine Lefort dedicados a la clínica llamada psicoanalítica del niño, que hicieron del autismo una categoría aparte, al mismo nivel que la neurosis, la psicosis y la perversión.


 Pero más allá demostraron que ésta era tal vez la categoría clínica fundamental. Mostraron que el autismo era, si así se puede decir, el estatuto nativo del sujeto. 

Menciona en este momento la figura del solipsismo como corriente filosófica según la cual solo existe o solo puede ser conocido el propio yo, o sea, el sujeto pensante no puede afirmar la existencia de algún otro ser semejante que no sea una percepción o representación de su conciencia (egoísmo metafísico), monólogo o soliloquio que no dirige a otro la palabra.


 En realidad somos organismos individuales semejantes pero con una interioridad singular en cada caso.  


Se genera un conflicto constante entre lo que el infante es y lo que los otros dicen que es y esperan que sea. Éste fantasma de la presencia del deseo del Otro lo perseguirá toda la vida.


La contradicción interna entre lo que siente que es y lo que su entorno le inculca que sea, le genera sentimientos de aislamiento, dado que confundimos el uno mismo con la pobre y limitada imagen del rol que se nos asigna y que debemos cumplir, sin atender a lo que verdaderamente somos.

 De ahí que se generen desde el vamos sentimientos de enajenación (como de vida robada) con dilemas de pensamiento, sentimiento y acción.


No quiere decir que el sujeto esté ausente, está presente como dividido,  separado de sí mismo, como agente de una agencia social, apartado del núcleo de su experiencia interior. 


La excepción a éste sistema social mencionado más arriba se expresa en la figura del sociópata, éste comparte el sentido común del lenguaje pero se maneja con palabras vacías de contenido, con solamente símbolos que transmiten determinadas figuras de comunicación, pero no el sentimiento correspondiente al pensamiento del cual se trate.

 Es insensible al nivel comunicacional. No existe en él el bien o el mal, ni tampoco la culpa.


La paradoja es que el sujeto inmerso en la sociopatía escapa del cuerpo de normas establecidas de la sociedad y funciona con aparente normalidad.


La trampa consiste en que el "si mismo" que creemos que es nuestra naturaleza real, es un engaño, se trata del "agente" que somos y del "rol" que cumpliremos.


Si consideramos que el conjunto de normas que hemos incorporado constituyen nuestro "yo" se nos crea una contradicción insoluble. No podremos resolverla en el campo del pensamiento puesto que éste está colonizado.


 El niño accede al lenguaje a través del puro goce de la lengua y de su voz y conforme a lo que escucha y así va configurando su propio lenguaje. No es que tiene un lenguaje incorporado que se expresará de manera intuitiva. El niño hablará a su modo con su "media lengua" en un goce sin restricciones hasta que el medio social lo va modulando de manera obligada.

 Es "lalengua" como lo denomina Lacan, un lenguaje del "uno mismo" previo al lenguaje social, que hace ruido y donde por resonancia se pueden escuchar otras cosas. Ésta configuración congénita del habla singular en cada infante, gozosa, que no comunica, permanece latente en algunos casos y puede reaparecer en algunos cuadros clínicos.


Dice Octavio Paz en su libro EL ARCO Y LA LIRA:” Basta observar como escriben los que no han pasado por los aros del análisis gramatical para comprobar la verdad de éstas afirmaciones. Los niños son incapaces de aislar las palabras. El aprendizaje de la gramática se inicia enseñando a dividir las frases en palabras y éstas en sílabas y letras. Pero los niños no tienen conciencia de las palabras; la tienen y muy viva, de las frases: piensan, hablan y escriben en bloques significativos y les cuesta trabajo comprender que una frase está hecha de palabras".


"Todos aquellos que  apenas si saben escribir, muestran la misma tendencia. Cuando escriben,  separan o  juntan al azar los vocablos: no saben a ciencia cierta donde acaban y empiezan. Al hablar por el contrario, los analfabetos hacen las pausas precisamente donde hay que hacerlas: piensan en frases".

" Asimismo apenas nos olvidamos o exaltamos y dejamos de ser dueños de nosotros, el lenguaje natural recobra sus derechos y dos palabras o más se juntan en el papel, ya no conforme a las reglas de la gramática sino obedeciendo a los dictados del pensamiento”.

 Esto es lo que se observa en los cuadros de euforia bipolar o en los cuadros de excitación por consumo de substancias, donde se puede constatar que el pensamiento pierde la gramática y es comandado por la lengua del goce, es decir por “lalengua” neologismo de Lacan que se expresa en éstos cuadros clínicos. 


En el desarrollo de los niños, los que rodean al infante, con delicada dedicación le van modelando los vocablos tratando que se incorpore al lenguaje social.   


 En caso que pueda sortear este aprendizaje con éxito queda integrado al orden simbólico y podrá ser un agente más de la comunidad ya capturado por el lenguaje dentro del registro simbólico padeciendo un conflicto constante entre lo que el infante es y lo que los otros dicen que es y esperan que sea, (¿que quiere el otro?).


Nos dice J.Campbell en el Poder del Mito: "estamos en nuestro propio mundo y estamos en un mundo que nos ha sido dado fuera de nosotros, y el problema es lograr una relación armoniosa entre los dos. Yo llego a ésta sociedad así que tengo que ponerme de acuerdo con ella. Es ridículo no mantener buenas relaciones con ésta sociedad porque si no lo hago, no puedo vivir. La tarea de la vida es vivir dentro del terreno que te proporciona la sociedad y que realmente te está sustentando, de ningún modo eres un agente libre y responsable, sino alguien dependiente que obedece, y espera y recibe castigos y recompensas".

 O sea  que hay una serie de señales inevitables que nos marcan el camino a seguir y que así lo hacemos cuando queremos vivir como "socios" en un grupo determinado.


 Ésta estructura es la que constituye el Orden Simbólico según Lacan ante la cual nos subordinamos. Dice Z.Zizek: "hay reglas que sigo y sentidos que me acosan si saberlo (tales como prohibiciones inconscientes), luego hay reglas y sentidos de los que algo sé pero no debería saber- insinuaciones sucias y obscenas que uno pasa por alto silenciosamente para mantener las apariencias".


A propósito de los tres registros que enseña Lacan como el ordenamiento de la realidad, éstos  pueden ser expresados figuradamente, haciendo referencia a un partido de fútbol: el registro IMAGINARIO sería  la diferente configuración de la cancha de la cual se trate, las diferentes camisetas de los clubes y las características personales de los jugadores. El registro SIMBÓLICO seria  toda la reglamentación del juego al cual deben ajustarse el equipo so pena de sanción; y el registro REAL engloba todas las contingencias imprevistas que pueden suceder en el juego, en la cancha o en el entorno cercano. Se refiere a lo inesperado que implica algo sorpresivo que será interpretado manera distinta según de quién se trate.
  
Dice Miller: “Todo lo que estaba investido en la relación con el Otro está acá replegado sobre la función originaria de la relación sobre el propio cuerpo del cual hay una idea, idea como de sí mismo y que Lacan sitúa con la vieja palabra freudiana de ego.

 Lacan subraya cuidadosamente que la definición de lo que uno es en tanto ego no tiene nada que ver con la definición de sujeto que pasa por la representación significante.

 El ego se establece a partir de la relación con Un-cuerpo. No hay ahí identificación, hay pertenencia, propiedad. No se divide según la modalidad  del trozo del rasgo unario, por así decirlo, no apunta al punto de falta del otro sujeto.
 Sin embargo tiene que ver con el amor, pero no el amor del padre sino el amor propio, en  el sentido del amor del Un-cuerpo.
 Éste Un-cuerpo se ubica en un registro en el cual se cuestiona al destinatario, o sea que si hay destinatario, hay destino. En cambio acá Lacan se encamina hacia un simbólico sin destinatario, ejemplificando ésto  con James Joyce del cual dice que está desabonado del inconsciente, por lo tanto es la encarnación del syntome, lo más singular del sujeto, en éste caso es donde crea el neologismo parletre para una nueva conceptualización del sujeto).

Seguir con "La conformación del sujeto"

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario